AL-JUARISMI

Abu Abdallah Muḥammad ibn Mūsā al-Jwārizmī, también conocido como Al-Juarismi, fue un matemático, astrónomo y geógrafo que vivió entre los años 780 y 850.

Aunque de su biografía no se conoce mucho con certeza, se sabe que su vida se desarrolló en un ambiente intelectual, en la Casa de la Sabiduría de Bagdad; razón por la cual logró llevar a cabo estudios de gran complejidad e importancia, que han hecho incluso que se dispute el título de “padre del álgebra” con Diofanto de Alejandría.

Entre sus principales logros para las distintas ciencias que trabajó, se encuentran los postulados sobre ecuaciones lineales de primer y segundo grado (indicando, por ejemplo, la trasposición de términos de un miembro a otro con cambio de signo y la anulación de términos iguales en miembros distintos), estudios aritméticos, la corrección de los mapas de África y Asia en base al mapamundi existente en la época y los métodos de cálculo aplicados a la astronomía (para determinar la posición del Sol, luna y planetas, senos y tangentes). También se le atribuyen textos sobre trigonometría esférica.

Con la publicación de su libro sobre cálculo indio, se introduce el sistema numérico de base decimal al mundo árabe y posteriormente a Europa, así como el uso del cero posicional y los números arábigos que utilizamos hoy en día. Además, los términos “guarismo” y “algoritmo” derivan de su nombre.

No conforme con haber dejado una gama de conocimientos que se usan casi a diario, diría que es también una de las caras musulmanas más conocidas, al menos por todos aquellos que en su momento se han visto en la necesidad de estudiar matemáticas guiados por aquel famoso libro del árabe con turbante en la portada. No, ese no es Aurelio Baldor, es Al-Juarismi.

ImageAl-Juarismi en la portada del libro conocido como “Álgebra de Baldor”

HIPERCUBO

Con 24 caras, 32 aristas, 16 vértices y 8 celdas cúbicas, el hipercubo es una figura polidimensional equilátera, definida como un cubo desfasado en el tiempo (el conjunto de puntos por los que pasa en cada instante).

Si su descripción es compleja, intentar imaginarlo es una misión imposible, ya que es un objeto perteneciente a un espacio tetradimensional que nuestras mentes configuradas en 3D no logran visualizar. En un intento de simplificación, se ha sugerido un modelo de dos cubos unidos por sus vértices haciendo la acotación de que todas las aristas son de igual tamaño y los ángulos, rectos.

Aunque parezca un conocimiento totalmente aislado, los amantes de la ciencia ficción han estado en presencia de este concepto, tal vez sin notarlo.

Entre las muchas películas, series, y novelas en las que ha aparecido, y bajo su segunda denominación, o lo que sería ahora su nombre artístico; el Teseracto se dio a conocer por muchos como el cubo cósmico de alto potencial energético que da argumento a la película The Avengers (Los Vengadores).

También un interesante ejemplo de este concepto de cuarta dimensión es el uso filosófico-metafísico que le diera Dalí en su obra “Crucifixión” o “Corpus Hybercubus”, donde se ve representado un Cristo en un desarrollo hipercúbico flotante.

Teseracto

Corpus Hypercubus. Dalí