GUERRA DE LAS CORRIENTES

Cuando de guerras se trata, hay muchas batallas épicas de la historia que vienen a la mente, donde una gran cantidad de hombres murieron con heroicidad defendiendo intereses de una nación, una línea de pensamiento, o incluso de un solo líder tirano. Pues la Guerra de las Corrientes no es una de éstas.

El siglo XIX fue la época dorada para la ciencia, que vio nacer los más importantes descubrimientos e inventos de la mano de las personas más brillantes, ingeniosas y enérgicas.    Y es precisamente de  esto de lo que trata: energía, específicamente eléctrica.

Probablemente la referencia nos lleve a recordar el afamado nombre de Thomas Edison, inventor estadounidense a quién se le atribuye entre otros, la bombilla incandescente; sin embargo, la historia de las corrientes va más allá.

Nikola Tesla fue también un genio de la materia, nacido en Croacia aunque es probable que se le renombre por su nacionalidad norteamericana adquirida. De inteligencia destacable, increíble memoria y una gran habilidad para concebir diseños novedosos sin siquiera tener que esbozarlos en papel, personalmente también lo considero una persona con mala suerte.

En 1880 se inició la batalla por el dominio del incipiente mercado eléctrico. Edison abanderando su propuesta de Corriente Continua y Tesla, la Corriente Alterna. A nivel científico, la CC resultaba ser la menos adecuada, ya que la transmisión de lo que se consideraba el alto voltaje de la época era difícil, costoso y presentaba grandes pérdidas por disipación; problemas que solventaba la CA con un transformador que variara el voltaje.

Como todo digno enfrentamiento, había un resentimiento entre los contrincantes, que ya tenían su historia[1], y ciertas tramoyas salieron a relucir: la imagen y buenas relaciones públicas eran de lo más significativas para obtener victoria, por lo que, en una vil intención de desprestigio, Edison auspició el diseño de la silla eléctrica con CA, demostrando así el peligroso daño que ésta podía infligir.

Sin más, Tesla hizo una demostración pública haciendo pasar CA por su cuerpo sin sufrir maltrato, terminó por recibir el codiciado contrato que se disputaba, y le puso fin a esta guerra.

¿Por qué le considero infortunado? Porque su nombre nunca tuvo la refulgencia merecida, su paga siempre fue escasa y varias de sus ideas robadas (cabe resaltar que aún teniendo las patentes de invención de la radio a su nombre, la historia muchas veces recuerda al italiano Guglielmo Marconi como su autor, que ganó el Premio Nobel de Física por dicho logro). Además, su actuación en esta guerra fue realmente bajo el nombre de la compañía Westinghouse Electric para la que trabajaba, aunque nadie le retira su importante asalto triunfal ante Edison.

Guerra de las Corrientes

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[1] Nikola Tesla trabajó para Thomas Edison años atrás; había diseñado, mejorado e incluso resuelto grandes problemas de su compañía bajo la promesa de una suntuosa paga que resultó ser, según el propio Edison, una muestra del “sentido del humor americano”.